Pronunciamiento de Dilma después del impeachment
La ex-presidenta Dilma Rousseff (PT) afirmó en un pronunciamiento
en el Palácio de Alvorada, en Brasília, en la tarde de este miércoles (31), que
el impeachment es un “golpe parlamentario” y promete hacer fuerte oposición al
gobierno Michel Temer (PMDB), que asume ahora la Presidencia como efectivo.
La ex-presidenta Dilma ya recibió y firmó
la notificación con la resolución que oficializa el resultado de la votación en
el Senado.
La íntegra del pronunciamiento:
“Al saludar al ex-presidente Luís Ignacio
Lula da Silva, saludo a todos los
senadoras y senadores, diputadas y diputados, presidentes de partido, líderes de
los movimientos sociales. Mujeres y hombres de mi país.
Hoy el Senado Federal tomó una decisión
que entra para la historia de las grandes injusticias. Los senadores que votaron
por el impeachment eligieron rasgar la
Constituición Federal. Decidieron por la interrupción del mandato de una
presidenta que no cometió crimen de responsabilidad.
Condenaron a una inocente y consumaron
un golpe parlamentario.
Con la aprobación de mi separación
definitiva, políticos que buscan
desesperadamente escapar del brazo de la Justicia tomarán el poder unidos a los derrotados en las últimas cuatro
eleecciones. No llegan al gobierno por el voto directo, como Lula y yo hicimos
en 2002, 2006, 2010 e 2014. Se apropian del poder por medio de un golpe de
Estado.
Es el segundo golpe de Estado que
enfrento na vida. El primero, el golpe militar, apoyado en la truculencia de las
armas, de la represión y de la tortura, me tocó cuando era una jovem militante.
El segundo, el golpe parlamentario promovido
hoy por medio de una farsa jurídica, me derriba del cargo para el cual fui electa
por el pueblo.
Es una
inequívoca elección indirecta, en que 61 senadores substituyen la voluntas
expressa por 54,5 millones de votos. Es un fraude, contra el cual aún vamos a recurrir
en todas las instancias posibles.
Causa espanto que la mayor acción contra la corrupción de nuestra historia,
propiciada por acciones desarrolladas y leyes creadas a partir de 2003 y profundizadas
en mi gobierno, lleve justamente al
poder a un grupo de corruptos investigados.
El proyecto
nacional progresista, inclusivo y democrático que represento está siendo
interrumpido por una poderosa fuerza
conservadora yreaccionaria, con el apoyo de una prensa facciosa y venal. Van a capturar a las
instituiciones del Estado para colocarlas
al servicio del más radical liberalismo económico y del retroceso social.
Acaban de derribar a la primera mujer
presidenta del Brasil, sin que haya qualquier justificativa constitucional para
este impeachment.
Pero el golpe no fue cometido apenas
contra mí y contra mi partido.
Esto fue apenas el comienzo. El golpe va a alcanzar indistintamente a cualquier
organización política progresista y democrática.
El golpe es contra los movimientos
sociales y sindicales y contra los que luchan por derechos en todas sus acepciones:
derecho al trabajo y a la protección de las leyes laborales; derecho a una jubilación
justa; derecho a la vivenda y a la tierra;
derecho a la educación, a la salud y a la cultura; derecho a los jóvenes de
protagonizar su historia; derechos de los negros, de los indígenas, de la población
LGBT, de las mujeres; derecho de manifestarse sin ser reprimido.
El golpe es contra el pueblo y contra la
nación. El golpe es misógino. El
golpe es homofóbico. El golpe es racista. Es la imposición de la cultura de la
intolerancia, del preconcepto, de la violencia.
Pido a las brasileras y a los
brasileros que me oigan. Hablo a los más de 54 millones que votaron en mí en
2014. Hablo a los 110 millones que validaron la elección directa como forma de elección
de los presidentes.
Hablo principalmente a los brasileros
que, durante mi gobierno, superaron la miseria, realizaron el sueño de la casa propia,
comenzaron a recibir atendimiento médico, entraron en la universidad y dejaron
de ser invisibles a los ojos de la Nación, pasando a tener derechos que siempre
les fueron negados.
La desesperanza y el resentimiento que
nos embargan en momentos como este son pésimos consejeros. NO DESISTAN DE LA LUCHA.
Oigan bien: ellos piensan que nos vencieron, pero están engañados. Sé que todos
vamos a luchar. Habrá contra ellos la más firme, incansable y enérgica oposición
que un gobierno golpista puede sufrir.
Cuando el presidente Lula fue electo por
la primera vez, en2003, llegamos al gobierno cantando juntos que nadie debía tener
miedo de ser feliz. Por más de 13 años, realizamos con éxito un proyecto que promovió la mayor inclusión
social y reducción de desigualdades de la historia de nuestro país.
Esta historia no acaba así. Estoy segura
que la interrupción de este proceso por el golpe de estado no es definitiva. VOLVEREMOS. Volveremos para
continuar nuestra jornada rumbo a un Brasil en que el Pueblo es soberano.
Espero que sepamos unirnos en defensa
de causas comunes a todos los
progresistas, independientemente de afiliación partidaria o posición política. Propongo
que luchemos, todos juntos, contra el
retroceso, contra la agenda conservadora, contra la extinción de derechos, por la
soberanía nacional y por el restabelecimiento pleno de la democracia.
Salgo de la Presidencia como entré: sin
ter incurrido en cualquier acto ilícito; sin haber traicionado cualquiera de mis
compromissos; con dignidad y llevando en
el pecho el mismo amor y admiración por las brasileras y brasileros y la misma
voluntad de continuar luchando por el Brasil.
He vivido mi verdad. He dado lo mejor
de mi capacidad. No he huído de mis responsabilidades. Me emocioné con el sufrimiento humano, me conmovi en la lucha
contra la miseria y el hambre, combati la desigualdad.
Trabé buenos combates. Perdi algunos,
venci muchos y, en este momento, me inspiro en Darcy Ribeiro para decir: no me gustaría
estar en el lugar de los que se juzgan vencedores. La historia será implacables
con ellos.
A las mujeres brasileras, que me cubrieron
de flores y de cariño, les pido que confíen que ustedes pueden. Las futuras generaciones
de brasileras sabrán que, la primera vez que una muier asumió la Presidencia del
Brasil, el machismo y la misoginia
mostraron sus feas faces. Abrimos un camino de mano única en dirección a
la igualdad de gênero. Nada nos hará recular.
En este momento, no diré adios a ustedes.
Tengo seguridad de que puedo decir “hasta de aqui a poco”. Termino compartiendo
con ustedes un bellísimo aliento del poeta ruso Maiakovski:
“No estamos alegres, está cierto,
Pero también ¿por qué razón habríamos de estar tristes?
El mar de la historia es agitado
Las amenazas y las guerras, habremos de atravesarlas,
Romperlas al medio,
Cortándolas como una quilla corta.”
Un cariñoso abrazo a todo el pueblo
brasilero, que comparte conmigo la creencia en la democracia y el sueño de la
justicia.”