¿CACEROLAS O TROMPETAS?

 Pasó el famoso 8N. Y como era previsible, el país sigue su marcha, fuera de un triunfalismo barato de algunos sectores. Numerosos, ciertos. Pero no demos por el chancho más que lo que el chancho vale. 

En un bairro cheto como el mío, pensé que mis tímpanos iban a estallar. Pero no fue así. Apenas una cacerola solitaria por unos 10 minutos. Claro, los que generalmente salen a cacerolar se habían ido todos para el Obelisco. 

Lo que ví no me desagradó. Mucha gente joven, y eso es positivo. Sea del lado que sea, es posible intentar dialogar. La Cynthia se pasó de revoluciones. Y la TV Pública al ponerles el micrófono, desenmascaró la fiesta. 

Había de todo, como en botica de turco. La mayoría de los que allí estaban no se sentían representados por ningún dirigente político. Lo que no es buena señal, por cierto. Pero es lo que tenemos. 

Claro que el sentimiento predominante era “anti-yegua”, con todo el furor posible. Algunos querían esconder su visión elitista, pero mostraban la hilacha. 

Quiero recapacitar en tres observaciones: 

La primera: los reclamos eran justos, por cosas que pasan. Pero los temas mal enfocados tenían un condimento común: repetían como loros los argumentos nefastos de la midia monopólica, donde queda claro lo perverso de una información tendenciosa. 

La segunda: precisamente esa característica de repetir argumentos y eslogans que la midia fue entrando en cabezas no muy “racionales”, poco acostumbradas al rigor científico de chequear o pensar por sí mismas. 

La tercera: la exclusividad del aspecto negativo, de protesta por la protesta misma, sin aportar ideas o soluciones. Es fácil ser destructivo...pero lo duro es construir. Y toda la bombeada que esta movilización tuvo, esa bombeada entre bambalinas pero muy bien organizada hasta en nivel internacional debería profundizar propuestas viables para canalizar ese descontento popular, cosa que no hicieron pues el único propósito que tenían era descalificar la figura presidencial. Lo que les molesta es el “PARA TODOS”, pues ellos están acostumbrados al “PARA POCOS”. |Y eso es poco presentable al gran público. 

Igual compañeros, busquemos de dialogar con aquellos que se pueda, corrijamos lo que haya que corregir y profundizemos lo que haya que profundizar. Me preocupa que estemos sólo preocupados con el asunto de Clarín, que se viene, es cierto, pero aquí están pasando cosas más gruesas, como es la carestía o el costo de vida. Clarín dejémoslo em las manos de la justicia. Pero organizar a la gente para que encare de una vez por toda ese monstruo que se llama cadena de precios...eso sólo puede hacerlo la militancia.

Y estoy seguro que el humor de la gente va a mejorar un poco.