quarta-feira, 8 de maio de 2013

¿CORROMPIDOS O CORRUPTOS?



Ya me tienen podrido los que se la pasan despotricando contra “los corruptos” como un adjetivo dado gratuita y levianamente, sin pruebas o indicios concretos que lo justifiquen.

¿Corrompido o corrupto? Ambos son participios del verbo “corromper”, el primero en su forma regular (cuando se conjuga en verbos) y el segundo como irregular, cuando se refiere a un estado de algo. Así como “prendido” y “preso”, o como “atendido” y “atento”.

Y qué es el verbo corromper? En el diccionario de la RAE nos trae:

Alterar y trastrocar la forma de algo / Echar a perder, depravar, dañar, pudrir / Sobornar a alguien con dádivas o de otra manera / Pervertir o seducir a alguien.

De tal manera que “corromper” no es sólo “sobornar”, es también “trastocar” o “dañar” o “pervertir”. 

¡Con cuánta facilidad  hablamos de “corruptos” sin percibir o reconocer nuestras propias corrupciones! Y lo que es peor, sin darnos cuenta de quiénes están corrompiendo los hábitos de nuestra sociedad. 

¿O no es corromper el sentido de las palabras llamar “libre” a lo que es “ilegal”? ¿Acaso nuestra mentalidad dolarizada no está corrompiendo nuestra moneda

Para quien vive en un país donde esa mentalidad no existe ni existirá…es difícil comprenderla. Sólo recurriendo a la historia para entender el porqué un brasilero no conoce el término “cipayo”, pues aún su burguesía  tuvo un sentido nacional por encima de lo foráneo. Ya la historia argentina nos muestra que siempre hubo grupos de privilegiados que “patearon contra” su propio país.

El dólar ilegal, que de forma corrompida se llama “blue” o “libre” no es un indicador serio de la economía de un país. Cuando mucho, es un reflejo del “mercado financiero”, algo propio de círculos restrictos, sea la banca nacional o la internacional. Porque sólo tiene efecto sobre mentes corruptas (¿o corrompidas?) por una mentalidad especulativa, que obedece a ciertas premisas de publicidad más que a datos sólidos de la realidad. (efecto psicológico que le llaman. Es sólo recordar el episodio de Malvinas para ver cómo un pueblo puede caer en un delirio colectivo, sin fundamento en la realidad)

La economía de un país se mide por su capacidad de generar laburo, que genera riqueza, que genera bienestar. Esto último en el caso que la riqueza sea distribuida de la manera más justa posible. Ya el mundo especulativo, sólo genera ganancias para algunos, y miseria para otros. Y la salud financiera de un país se mide por el Banco Central y sus compromisos internacionales.

¿Será que la economía argentina va mal porque el dólar ilegal llegó a $ 10? 
¿O de eso sólo podemos inferir que los poderosos de la Patria financiera, ayudados por una midia corrupta 100% están buscando una devaluación, que esa sí traería a la economía por el suelo? 

Porque se beneficiaría el que exporta (agronegocio) y se perjudicaría el que importa (industria). No precisa ser ekonomés para entender esto, sólo usar el sentido común. Y MEMORIA. Porque las crisis cíclicas de la economía argentina para algo deben servir. ¿O fueron al pedo?

Hay mucha mala leche en las informaciones y un nivel de superficialidad en los loritos que repiten las frases que leen en la parte inferior de las pantallas televisivas. 

Tenemos el medio vaso lleno y la otra mitad, vacía. Ayer leía “las reservas del BC bajaron 13 mil millones en uno o dos años…” epa pensé, luz roja. Pero luego leyendo el cuerpo de la nota, leía que actualmente están en casi 40 mil millones…ahí me autocorregí: luz amarilla, pero no roja. Claro, algo negativo si lo comparamos con épocas en que por diversas circunstancias (el famoso viento de cola) la economía argentina la recogía a paladas, para usar una imagen que le gusta mucho a Cristina. Pero no es, como algunos quieren hacer creer, desastroso. Porque la economía no crece sólo por aumentar las reservas, sino por aumentar la producción de riqueza y su mejor distribución.

Agradezcamos tener una Presidenta TERCA! Que sabe muy bien que es su deber enfrentar a  los poderosos de turno, que manejaban a piacere a nuestros gobernantes, decidiendo ellos las políticas a implementar. Esa terquedad la va a ayudar en su pulseada, pero lo más importante, sabe que no está sola, que somos muchos los que no queremos retroceder, porque perderíamos todo lo ganado en esta década. 

Los “corruptos” de mentalidad cipaya no lo reconocen. Los “republicanos” de la “cossa nostra”, tampoco. Pero esa mayoría sufriente de nuestra gente, esa juventud maravillosa que despertó para “el otro”, sabe que a pesar de fallas y errores, estamos en el camino cierto, recuperando identidad. 

Y los que caminan para atrás, son los cangrejos. No los seres humanos.