quarta-feira, 30 de junho de 2010

¡PACIENCIA!



Es la frase que se me ocurre para definir este momento de la historia argentina. Y antes que me tilden de loco o cosa por el estilo, quiero dejar en claro que PACIENCIA no es pasividad ni permisividad. Al contrario. En su etimología más profunda significa PERSEVERANCIA, CALMA.

El Diccionario la define como: “Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. Capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas. Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho”.

Es el que sufre, pero no espera de brazos cruzados sino laburando con perseverancia y calma para lograr sus objetivos. Con una confianza enorme en aquello que cree. Con una seguridad total de que, si se saben hacer las cosas, las personas, las comunidades y los pueblos, caminan para adelante y no para atrás.

Esa paciencia nos faltó muchas veces en las luchas populares. El triunfalismo nos hizo errar de análisis y consecuentemente, de política. Recuerdo cuando hablábamos de “guerra prolongada”, pero cuando éramos un millón de argentinos llenando la Plaza en la asunción del Tío Cámpora, y Lanusse se retiraba en helicóptero, todos coreábamos al unísono: “se van, se van...y nunca volverán...” ¡cómo nos la creímos! Y esa noche fuimos a pie hasta la cárcel de Devoto, cruzamos la ciudad entera. Y recuerdo que ya era medianoche cuando abrazábamos a los compañeros que recuperaban su libertad. En esos momentos de euforia, nos olvidamos de la “guerra prolongada”. Y así nos fue.

El monstruo contra el que luchamos no es nada fácil. Pero también es verdad que hoy la situación del Continente es totalmente distinta, y también el orden mundial es otro. El Imperio está, en muchos sentidos, en sus estertores. No lo ve quien no lo quiere ver. El cruce de Cristina con Sarkozy fue impagable, la actitud de Lula con Obama en el caso iraní, también. Ya no somos más el patio trasero, al menos en la postura de nuestros gobernantes, que saben actuar con independencia frente a los poderosos. Ni hablar del episodio de Chávez con el Rey de España. O de los enfrentamientos del Evo con el status internacional.

Tener paciencia, es fundamentalmente, no caer en el triunfalismo. Y no bajar la guardia. Y perseverar en la lucha diaria para que la mayoría de la gente entienda lo que está pasando. Porque si lo entienden, con seguridad le darán la espalda a los Felipes, a los Colorados y a los Cabezones de la vida, por no hablar de “los otros”, los del C.C.C. Y a los Pinos también, salvo que éstos perciban que están meando fuera del tarro, y resuelvan volver a defender las banderas del campo nacional y popular, pero sin estrellatos personales.
Por último, perseverancia para continuar la lucha cotidiana para que la gente participe. En eso erramos mucho, no podemos repetir esos errores. Participar o movilizar, no es llevarlos como corderitos. Eso se lo dejamos para Duhalde o Felipe. Movilizar es lograr que se muevan como sujetos y no como objetos. Que se organicen. Para reflejar aquella verdad de que “La organización vence al tiempo.”

quarta-feira, 23 de junho de 2010

EL CAMPO Y SUS PEONES





El Estatuto del Peón de Campo, sancionado el 8 de octubre de 1944, fue propuesto por el Coronel Juan Domingo Perón cuando se desempeñaba como Secretario de Trabajo, una de las normas más importantes sancionadas durante su gestión. Estableció por primera vez la aplicación de las normas laborales en la relación de trabajo rural: salarios mínimos, descanso dominical, vacaciones pagas, estabilidad, condiciones de abrigo, espacio e higiene en el alojamiento del trabajador.

Tuvo gran importancia en las estancias, que se regulaban de acuerdo a antiguas prácticas semi-serviles y paternalistas que provenían de la era colonial. Y se complementó con la sanción de la Ley 13.020 de protección al trabajador de cosecha y obrero de temporada, y que estableció la Comisión Nacional de Trabajo Agrario, como instancia paritaria (sindicatos y empeladores).
La legislación laboral para los trabajadores rural, a su vez, abrió camino para la sindicalización de los mismos, que crearon en 1947 la Federación Argentina de Trabajadores Rurales y estibadores (FATRE), antecedente inmediato de la actual Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE).
Derogación

El Estatuto del Peón de Campo fue derogado por la ley de facto 22.248 de 1980, sancionada por la dictadura militar. En su lugar se sancionó un régimen autónomo de Trabajo Agrario, en el que se dejó sin regulación las relaciones laborales de los llamados «trabajadores no permanentes».

Para muestra, basta un botón. Leamos los artículos de aquel Estatuto del 44 referentes a Descansos, Alojamiento y Alimentación:

DESCANSOS
Artículo 8°. El presente Estatuto no altera el régimen horario habitual de las tareas rurales, pero declara obligatorias las siguientes pausas: treinta minutos a la mañana, para el desayuno; una hora para el almuerzo durante los meses de mayo, junio, agosto, septiembre, octubre y noviembre; tres horas y media, con el mismo fin, durante los meses restantes del año y treinta minutos para la colación de la tarde.
Artículo 9°. Declárese obligatorio el descanso dominical en las tareas rurales.
Durante el día domingo, sólo se autorizan los trabajos absolutamente urgentes y que no pueden paralizarse sin grave perjuicio. Los trabajos de esta índole, de características permanentes, deberán ser atendidos por guardias periódicas y alternadas de obreros que tendrán descanso compensatorio en el curso de la semana siguiente.

ALOJAMIENTO Y ALIMENTACION

Artículo 10°. Las prestaciones de alojamiento y alimentación tomadas a su cargo por el patrón, importan la obligación de proveerlas en condiciones de abundancia y de higiene adecuadas, pues llevan aparejadas una quita sobre el salario fijado por la ley. En consecuencia, el obrero tiene derecho para reclamar ante la autoridad de aplicación, cuando ambos extremos no sean razonablemente cumplidos.
Artículo 11°. El alojamiento deberá satisfacer condiciones mínimas de abrigo, aireación, luz natural y de espacio equivalente a quince metros cúbicos por persona; contará asimismo, con muebles individuales para el reposo y comodidades para la higiene personal completa, con arreglo a las condiciones ambientales y posibilidades y naturaleza de la explotación.
Artículo 12°. Los locales destinados a habilitación del personal no podrán ser utilizados como depósito y tendrán una separación completa de los lugares de crianza, guarda o de acceso de animales.
Artículo 13°. Los sitios que se destinen a comedor o esparcimiento del personal deberán contar con las mesas, asientos y utensilios indispensables en proporción al número de peones. La luz de dicho local deberá ser adecuada para la lectura y permanecerá encendida hasta una hora después de terminada la cena.


¿Leyeron bien? Y después no quieren entender el porqué el peronismo continúa vigente hasta los días de hoy.
Pero vayamos a lo que interesa. Los milicos lo derogaron, obviamente. Y en estos 27 años de democracia, ¿alguien se acordó de retomar el asunto? Felipito Solá, que fue Secretario de Agricultura de Menem, época de abundancia....de sueños quiméricos de Primer Mundo... ¿movió un dedo por los peones rurales? ¿Y quién vino ahora a poner el asunto en el tapete? Claro, los mal pensados de siempre van a poner el asunto en la pelea con “el campo”, en el odio, etc. Ya leí hoy en el blog de Sentís, que trata de este asunto, el comentario de un “Anónimo” que quiero transcribir y retrucar, porque con seguridad esos mismos argumentos los están repitiendo los agrogarcas que ya conocemos.
Escribió el Anónimo como comentario al blog del compañero tandilense (por señal, siempre buenísimo, lo leo todas las mañanas, compañero!):
Esta si, es una noticia importante ! La diferencia, con lo que habria pasado, si los k fuesen verdaderamente estadistas, es un amplio dialogo previo, para no causar "congestion" ! Que ocurre, cuando la idea es buena, pero el demagogo, la quiere imponer ! Que es exactamente el caso ! La grande diferencia entre los k y los estadistas, es que los k son locos y llenos de complejos ! Y adoran 'congestionar' !
Pero no todo está perdido ! La salvacion, estaria en las 'bases peronistas' (como vos !), si..., se portasen como ciudadanos que tienen pensamiento propio, ideas democraticas y sano juicio; que ejerciesen el basico comportamiente: critica constructiva ! Y no: sometimiento incondicional, com extremo amor a la guerra de 'ellos, contra nosotros'; como imposicion incondicional de los 'loquitos' k, a todos los compinches ! No ?


Primero, no encontré un argumento racional en tus palabras, anónimo. Sólo epítetos emocionales, subjetivos, y desclasificatorios de personas a quienes ni conocés. ¿Sabés lo que eso significa? ¿Quién está lleno de odio y complejos? ¿Nosotros, o vos que no sos capaz de reconocer honestamente lo positivo que hacen aquellos de los que divergís ideológicamente? Eso sí sería democrático, racional, ejercicio de un sano juicio. Todas tus frases neuróticas son síntoma de una persona enferma, violenta y fanática. Si no lo sos, perdonáme. Pero los síntomas los tenés.
Seguro compañeros, que vamos a escuchar argumentos de ese tipo, de baja calaña, desclasificatorios no de lo que se propone sino de quién lo propone. Con agravios, sospechas e intrigas, pero sin ideas. Hablan como “piñón fijo”, porque siempre dicen lo mismo, no tienen argumentos.
Por último, ahora quiero ver quién es “el campo”. Y quedará claro que aquellos señores del agronegocio forman parte de una realidad mucho mayor, en la que se incluyen los campesinos, los agricultores, y los peones rurales. Esos son la columna de donde sale la riqueza, los que ponen el lomo de sol a sol. Aquel eufemismo divulgado hasta el cansancio por la prensa en el conflicto de la 125 fue una insolente falta de respeto para aquellos que laburan la tierra, y la hacen dar su fruto.



terça-feira, 22 de junho de 2010

¿UNIDAD PARA QUÉ, Dr. CAFIERO?







Quería hoy continuar el análisis del campo popular refiriéndome a los sectores de izquierda y sus posturas políticas. Pero el artículo escrito por Cafiero sobre la unidad del peronismo publicado en Página 12 me cambia el panorama, para seguir raciocinando sobre ese fenómeno, columna vertebral del campo nacional y popular que responde al nombre de “peronismo”. Es bueno aclarar que si es columna vertebral, no lo agota en su totalidad. Es importante no confundir los tantos.
En primer lugar, respeto a Cafiero como una figura emblemática dentro del movimiento peronista. Pero personalmente prescindo de todos sus argumentos “en prol de la unidad” basados en consideraciones estratégicas o electorales. Es un lenguaje de cúpulas o de conveniencias, pero no interesa ahora. Cuando hay honestidad, hay sinceridad. Llamemos a las cosas por su nombre, sin artilugios ni falsedades. Si como cristiano no tengo en común con Bergoglio ni lo blanco del ojo, me pasa lo mismo como peronista con Menem, Duhalde y Cía. Buscar una “unidad por conveniencia” para llegar al poder o mantenerse en él, no sirve para un carajo. Al menos, si uno es honesto y se siente integrante de ese colectivo llamado “pueblo”, teniendo como objetivo final su felicidad o bienestar. Esa bolsa de gatos movidos cada cual por sus intereses personales, NO SIRVE PARA NADA.
Curiosamente, el mismo Cafiero dice lo mismo en su artículo, citando al General:

“Juan Perón decía que la unidad del justicialismo sólo se podía lograr gracias a una concepción común acerca de la validez de la doctrina, y no resolviendo en elecciones limpias quién tiene más votos: “la unidad de concepción es el origen de la unidad de acción”. El único fundamento de la unidad políticamente efectivo y moralmente justificable es la afirmación de ideales compartidos. Esta es la solución para resolver a la vez las dos crisis crónicas del peronismo: la de unidad y la de identidad ”


Ideales compartidos, Dr. Cafiero, palabras exactas para expresar la “concepción común acerca de la validez de la doctrina” de la que hablaba el General. Pero reconozcamos que para haber “ideales compartidos” debe haber previamente IDEALES. Y la imagen de “viejo político” que todas esas viudas alegres del menemato comparten, de “ideales”, ni idea.
¿Qué hay del otro lado? ¿Qué es lo que lleva a tantos jóvenes a definir una postura? ¿Qué es lo que hace que muchos “viejos militantes” que ya no nos sentíamos más peronistas, sintamos de nuevo el cosquilleo de quien se siente integrando un ejército?
Son políticas de Estado que responden a los ideales de toda la vida, y a través de esas políticas –y no palabras- uno vislumbra un proyecto de país, que es exactamente aquel de los derechos de la ancianidad, de la niñez, de los trabajadores. Puede haber –y sin duda lo hay- en aquellos políticos que apoyan al Gobierno las mismas características de aquellos viejos políticos, al final, no existen cosas puras 100%. Pero nos estamos moviendo por hechos concretos, y sumamente importantes para que las cosas cambien.

Cafiero en su artículo niega la bipolaridad, argumentando la Tercera Posición. Pero ese tripartito ideológico entre capitalismo y comunismo hoy está totalmente superado. En ese sentido, la Tercera Posición es algo del pasado. La realidad argentina siempre fue bipolar. El “pro” y el “contra” que no admite términos medios. En el 45, los comunas salieron con la oligarquía, de la mano del imperialismo. Hoy día, Pino anda de la mano con la Carrió, fieles servidores del imperio mediático de Clarinete.

Quien hoy piense que todo pasa por acuerdo de cúpulas, se engaña redondamente. Pueden causar daño porque siempre hay incautos, ingenuos y despechados. Pero si hay una fuerza popular que tenga los ojos abiertos, estoy seguro que no pasarán! Ni los Duhalde ni los Macri, mucho menos los Cobos o las Carrió.

Dr. Cafiero: las cartas están echadas. El proceso no pasa por arriba, y sí por abajo. Por eso este humilde militante que ni siquiera está en el país se da el lujo de conversar con Ud., de argumentar, de comentar. Magistralmente habló Ud. de “vacío doctrinario”. Palabras que después del menemato, ni precisan ser explicadas. Pero permítame decirle que hoy la “doctrina peronista” está más fuerte y más pura que nunca, el peronismo de esta muchachada no es igual al nuestro de los 70, o al suyo de los 40/50. Tiene el avance propio de la dinámica de la historia. No es que sea distinto, pero tiene una identidad mucho más explícita. El objetivo de una Patria Justa, Libre y Soberana está más vigente que nunca.

Apenas son fotos diferentes de un mismo proceso de justicia, libertad y dignidad. En el 45, fue la Plaza de los cabecitas negros lavando sus patas en la fuente. En el 2010, fue la Plaza de los Pueblos Originarios, acompañados por las Madres. En ambos, el Pueblo de un lado, sus élites por otro. Y me pone orgulloso que un viejo peronista como Ud. siga estando en el campo popular.



segunda-feira, 21 de junho de 2010

EL CAMPO POPULAR




Nunca me gustaron esas dos palabras para referirme a la realidad política, lo confieso. Inclusive, la conducción de Montoneros en los documentos en los que “bajaban línea” la usaba con frecuencia, y nunca me caía bien.
Pero en la actualidad, luego de toda el agua que pasó debajo del puente en estos 55 años de historia argentina, y con la experiencia acumulada en ellos, se me ocurre que nada mejor que esas palabras, a las cuales le agregaría la palabrita “nacional” para definir el panorama nacional. La historia es tan cíclica y se repite tanto (cuando en verdad es irrepetible) que lo “nacional y popular” no es una mera frase hecha, sino el hilo conductor que define bien una de las dos Argentinas que existieron, y que existen hasta el presente. ¿Quién puede negar esa bipolaridad argentina? Y no me estoy refiriendo a la bipolaridad partidaria, en absoluto. Me estoy refiriendo a una bipolaridad ideológica, presente desde el inicio en los albores de la gesta de Mayo, recientemente celebrados. Siempre fuimos un país partido al medio, y la aceptación de ese hecho debe de ser un punto de partida honesto, sincero.
Ya estoy escuchando los argumentos “patrióticos” para superar esas divisiones, y en favor de un “consenso” civilizado. Muchos lo pueden argumentar con honestidad personal, pero para mí tiene la misma falacia que la “imparcialidad” espiritual que defendía la cúpula eclesiástica argentina (Caggiano a la cabeza) en los 60 para adelante. A aquellos que queríamos asumir un compromiso concreto y mayor con el pueblo nos respondían que no podíamos “parcializarnos”,que debíamos preservar la neutralidad. Y condenando nuestro deseo que respondía a una exigencia evangélica, ellos sí volcaban todo ese esfuerzo de la “no-política” apoyando un sistema político que de cristiano sólo tenía el nombre.
Pues bien, hoy todos esos opositores que reclaman “consenso” y otras yerbas, lo único que quieren es que las cosas queden como están, mejor dicho, como estaban. Porque felizmente, hay gobernantes que no se subordinan a los grupos de poder económico, político o religioso. Pagan el precio de ser llamados de “caprichosos”, “tercos” o “dictadores”, porque toman las decisiones para las que fueron votados, y no por los intereses de pequeños grupos privilegiados, que eran los que “mandaban” de verdad.
¿Cómo no pensar en las dos Argentinas cuando vemos el rejunte opositor convocado por el Cardenal Bergoglio? Leíamos hace unos días la siguiente noticia:

BERGOGLIO SE MOSTRO EN UN ACTO JUNTO A DE NARVAEZ, SANZ Y EX FUNCIONARIOS DEL MENEMISMO Y LA ALIANZA
Opositores bendecidos por el cardenal
Con llamados al “diálogo” y críticas a “la confrontación”, el arzobispo presentó el documento “Consenso para el desarrollo”, redactado por Dromi, Caro Figueroa, Vanossi y Jaunarena. También estuvieron Bergman, López Murphy y Nosiglia, entre otros.
Hete aquí la foto de esa otra Argentina, bendecida por la cúpula eclesiástica más una vez.


¿Más claro? Echále agua. Diálogo vs confrontación, es una falacia. Uno puede dialogar cuando hay objetivos comunes, y divergencia de caminos, métodos o modos. Pero cuando hay objetivos opuestos, ¿cuál es el diálogo posible? ¿Será que San Martín erró fiero luchando contra los realistas, en vez de buscar el diálogo y no la confrontación? Ese argumento de “consenso” suena a falso, totalmente desprovisto de sinceridad. Porque el lenguaje del menemato no tiene nada que ver con nuestro lenguaje. Cuando ellos dicen “desarrollo” se refieren al crecimiento económico en manos de poderosos grupos económicos, donde lo único que crece es el bolsillo de ellos. Cuando nosotros decimos “desarrollo” pensamos en un crecimiento del bolsillo de todos, y además, no sólo del bolsillo sino del hombre como un todo, incluida su libertad y poder de decisión.
Podría poner mil ejemplos más de esa bipolaridad que está mostrando las uñas. Más de una vez, tanto K como Cristina aparecen como los promotores del odio, de las divisiones, de las confrontaciones. La verdad, esas divisiones ya existen, existieron siempre. Lo único que el campo popular (no sólo K o Cristina) hace es confrontar y luchar para superar esas contradicciones. Cuando se reclama “justicia” para los represores, es simplemente porque sólo sobre la Justicia puede construirse un país fuerte, nunca sobre la mentira o la injusticia. Y cuando uno quiere que los represores sean punidos, no es ejercicio de venganza, sino pensando en que las nuevas generacionmes deben aprender que eso, “nunca más”! Y que quien las hace, las paga.
Y aquí entra el papel de los sectores de izquierda. Pero eso lo dejo para otro día.

quarta-feira, 16 de junho de 2010

Sobre versiones hipotéticas...


Encuentro hoy en La Nación una nota de Luis Majul sobre el tema “Si la Argentina sale campeón ¿Néstor Kirchner gana las elecciones y vuelve a convertirse en presidente?”
Me voy a permitir comentar y responderle, para eso estamos aquí. Dice Majul:


Esta hipótesis, que ya se escucha entre formadores de opinión oficialistas, forma parte de un análisis apresurado y superficial que incluye otras dos ideas.”


¿Majul, cómo podés ser tan pelotudo y superficial? Recurrís a un artilugio muy poco periodístico, que es el analizar “rumores”...”se dice...” “se escucha...” Perdonáme, pero es poco serio analizar “versiones”...


Luego desgranás una serie de consideraciones históricas sobre el asunto...donde mezclás desde la Copa del 78 en plena dictadura militar, la Copa del 82 en la época de Alfonsín...me dejaste una duda...¿me la aclarás? Cuando decís con mentalidad panfletariaEs verdad que los intelectuales y comunicadores que aportaron ideas al entonces presidente eran más escrupulosos y menos mercenarios que algunos de los que rodean a Kirchner ahora mismo.” ¿te referís al Coti Nosiglia?


Ahora la perla de la objetividad: en la comparación entre el gobierno radical de Alfonsín y el actual, te mandás la siguiente frase: “aquel gobierno radical controlaba la televisión y la radio, pero este tiene el Fútbol para Todos y una creciente corporación de medios oficial y paraoficial capaz de repetir hasta el cansancio una flagrante mentira hasta que muchos desprevenidos supongan que se trata de una verdad.¿Estás hablando en serio? ¡No lo puedo creer! ¿Vos sabés lo que es una corporación? Cuando te referís a “la costumbre de repetir hasta el cansancio mentiras flagrantes hasta que muchos desprevenidos supongan que se trata de una verdad” estás describiendo tu laburo y el de tantos otros “periodistas” y “profesionales de la comunicación” que están al servicio de las grandes corporaciones mediáticas, curiosamente todas ellas respondiendo a grandes capitales.


Sigamos. Ahí pontificás magistralmente “audaz premonición que sostiene que si la Argentina sale campeón Kirchner volverá a ser presidente es solo una más del conjunto de ideas... Decime boludo, ¿vos no te diste cuenta que cuando los pibes cantan esa “premonición” apenas están “exteriorizando” un deseo...confiantes de la influencia que los resultados futbolísticos producirían en el humor de la gente? Estoy hablando de pibes, no de formadores de opinión. Estoy hablando de “boludeces” que se dicen al fragor del entusiasmo, no de análisis serios.

Sigamos con las superficialidades periodísticas que te mandaste en tu artículo de La Nación. Luego de reconocer que las encuestas reflejan “un cambio de clima”, interpretás que el triunfo de Ricardo Alfonsín y la foto del rejunte del peronismo disidente son “malas noticias para el kirchnerismo y sus incondicionales.” Gran Gurú, te equivocaste fiero. Una vez más, estás aplazado en interpretación de la realidad. Esa foto a que te referís es un símbolo de la vieja política, una vuelta al pasado que difícilmente los argentinos acepten. Marca un hito en la construcción de algo nuevo, diferente. No soy K ni incondicional mucho menos, pero defiendo este Gobierno que tiene huevos como para enfrentar a los poderosos, aunque lo presida una mujer. Defiendo las políticas de Estado que fueron implementadas, entre otras, enfrentar a tus poderosos patrones, y restablecer objetivos nacionales y populares.


Por último, estimado Majul, coincido con vos en que “los golpes de efecto solo duran lo que persiste la alegría después de un gol.” La diferencia está en que ese cambio de humor, esa posibilidad de dar vuelta la torta, no es un golpe de efecto. Vos mismo sabés que en ese sentido, este Gobierno no fue muy feliz o eficiente en su comunicación con la sociedad. Hay tres cosas que son las que están obrando ese cambio. Y te las adelanto para que las analicés.


La primera, que la gente se da cuenta que no está tan mal como le quieren hacer creer los falsos gurúes, y que hay toda una recuperación en marcha.


Lo segundo, hay políticas de Estado que responden a los intereses de la mayoría, avances importantes en lo que a calidad institucional se refiere, incluido el “pito” que la Suprema Corte le pasó a los políticos opositores que intentaron judicializar lo que democráticamente habían perdido en su terreno específico: el Parlamento.


Por último, la gente común advierte un Gobierno que labura ignorando los agravios, y una oposición de quinta categoría, que sólo sabe poner palos en la rueda. Uno a uno, con paciencia de Job, se fueron cayendo todas las postales falsas que nos quisieron vender.

Esas tres razones están muy lejos de ser golpes de efecto.

¡Es la realidad, estúpido!

Nada mejor que parafrasear la famosa frase de Bill Clinton en su campaña electoral años atrás, para expresar el motivo de estar escribiendo este blog. Nos acostumbramos a una prensa mentirosa, parcial y al servicio de intereses espurios, casi siempre económicos o ideológicos. A una TV podrida y degradada, donde los objetivos culturales fueron cambiados por "pan y circo". Pero fundamentalmente, a un direccionamiento de la información, que se nota en la forma de titular las noticias, en lo que dicen y no dicen, y en las "chicanas" que circulan entrelíneas.
Eso no es nuevo, lo hubo siempre. Pero la novedad está en la perfección que van logrando con esa máquina de mentiras y falsedades, y como eso influye en una cantidad de gente que no está preparada para filtrar personalmente lo que le cuentan.
Por eso han nacido en esta época digital los blogs, que son una forma de escuchar "la otra campana", o de enterarse de cosas importantes que de otra forma permanecerían en el más absoluto anonimato. Porque los monstruos informáticos sólo informan lo que a ellos les interesa.
Sólo la sociedad puede cambiar eso. No hay ley ni Gobierno que lo consiga, sin una participación popular por detrás, que sume todos los granitos de arena para enfrentar esos monstruos sagrados, que reinan impunemente hace más de 50 años.
Es hora de movilizacíón, sin duda. Y cada uno se moviliza como puede. En mi caso, y desde suelo brasilero, me queda la compu, las ideas, y la experiencia para sumar mi granito de arena. Para refutar las mentiras, o para remarcar los aspectos importantes que "ellos" ocultan, para mostrar coincidencias o simplemente para que algunos consigan entender esa realidad que es rica, compleja, hasta confusa a veces, pero que es la única verdad. Verdad que nadie inventa, se encuentra. Y para ello, hay que buscarla.