quinta-feira, 29 de novembro de 2012

¿POR QUÉ NO SE VAN AL CARAJO, Sres. OBISPOS?


Dijo Cristo que a los tíbios los iba a vomitar de su boca. Y la verdad que cuando leí el resumen del documento que publicaron, sólo por la transcripción de algunos párrafos, me dije a mí mismo: o son idiotas útiles, o son unos reverendos hijos de puta. 

Uds. no son dueños de Dios, no son mensajeros del Evangelio de Jesús, y les faltan pelotas para ser hombres, consecuentemente cristianos, y por supuesto sacerdotes. Porque les falta AUTENTICIDAD, sin lo cual, nada de lo anterior sirve para un carajo. 

Hace ya 42 años, mientras vivía el ministerio sacerdotal en medio del Pueblo, hubo un hecho que me puso entre la institución y la gente. Frente al escándalo, mis colegas se borraron, y me quedé solo para bancar el despelote. Luego de meditar unos días, no tuve dudas sobre cuál camino seguir. Pateé el tablero de la farsa, la hipocresía, las indefiniciones timoratas. Me definí, y sin medias tintas. 

No me arrepiento, porque no viví al pedo. Porque si no lo hubiese hecho, lo haría hoy, mandándolos a todos Uds. al carajo, con una gran puteada en nombre del Pueblo de Dios que Uds. ignoran. No me refiero a la corte de alcahuetes que llenan las sacristías, sino a esa masa sudorosa y sufrida por la que Cristo dió su vida, y que Uds. ignoran, aunque pretendan erigirse en “guías espirituales”. 

Son Doctores de la Ley, no pastores del rebaño. Hombres de dogmas, pero no hombres de fe. Y les puedo asegurar que muchas prostitutas los precederán en el Reino de los Cielos

Dejen de tomar el santo nombre de Dios en vano. De investirse de una autoridad divina forzada, que quiere imponer por la fuerza aquello que el Creador dejó al libre albedrío. 

Abran los ojos y no quieran imponer a un mundo pluralista las normas o costumbres de su institución, que termina siendo una SECTA más

Iglesia es el Pueblo de Dios, al que Uds. le están dando la espalda. 

“No politicen”... y con esa frase Uds. encarnan la politiquería más repugnante, aquella que en nombre de una falsa paz, deja de lado la búsqueda de la justicia. Para seguir siendo útiles a las grandes corporaciones. Claro, si Uds. son una gran corporación religiosa, todo queda en família. 

Sres Obispos: no jodan, no encubran, no distorsionen. Que Dios está presente en la Historia y somos muchos los que encontramos en el Evangelio de Jesús las raíces para ser transformadores de la sociedad (revolucionarios), unidos a muchos otros hombres de buena voluntad que luchan por un mundo mejor, lo que constituye para nosotros el Reino de Dios. Los nombres no importan, las realidades sí. 

Hay muchos hipócritas que se refugian en la fe para esconder sus maldades, y hay muchos que sin fe, buscan construir un mundo de Justicia, que es el Reino de Justicia y de Verdad del que nos hablaba Jesús. 

Que Dios los perdone por su infidelidad al Evangelio, porque yo, simplemente los puteo. Y espero que Dios sepa comprender la indignación que me da la hipocresía de la cual hacen gala.A veces, una puteada puede ser una oración.

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