El grado de violencia que se nota
en las redes sociales, tanto en Venezuela, Argentina y en menor escala en Brasil,
es algo fuera de serie. Me traen imágenes del Ku Klux Klan americano del siglo
XIX.
Aterroriza la degradación a la que suelen llegar los seres humanos,
inspirados en el odio y volviéndose irracionales. Pero si no nos han vencido
secuestrando y matando usando el poder del Estado, no nos vencerán de esta
forma.
Hay que mantener la serenidad, y concentrarnos en los grandes ideales de
la Patria Grande. Para TODOS Y TODAS. Sin responder a la violencia, pero
exigiendo el imperio de la ley, y la aplicación de la justicia.
No se les cae un argumento, gente
inteligente repite como loro las palabras “totalitarismo”, “dictadura”,
“atropello a la Constitución”, sin pensar lo que están diciendo, o sin haber
leído las propuestas.
Si algo conspira contra la democracia es lo corporativo,
del signo que sea. Lo corporativo es el poder entre bambalinas. Y todos sabemos
que de democrático, no tiene nada.
En el campo popular existen mil
fallas, sin duda. Pero la Historia avanza, y los que quieran oponerse, por más
que incendien, golpeen, amenacen o asesinen a nuestros militantes, no conseguirán torcer el rumbo.
No están luchando
contra Cristina, Dilma, Maduro, Correa o Evo. Están luchando contra las
mayorías del continente, que puestas de pie, están dispuestas a ocupar el lugar
que les corresponde en el mundo y en la historia.
Convicción en los principios.
Serenidad en los pensamientos.
Firmeza en las actitudes.
Si nos mantenemos
unidos y organizados, NO PASARÁN! Por más marchas que hagan, por más exabruptos
que se manden, por más rejuntados que consigan, por más operaciones mediáticas
que monten, la REALIDAD siempre terminará prevaleciendo.
La política no se hace
con operaciones mediáticas. Mucho menos faranduleras.
Se hace con políticas
públicas claras y con gestión.
Con participación y control popular.
Y en ese sentido,
este Gobierno les da de diez a cero a todos los que lo precedieron.
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