Definidos los distritos de Capital y Santa Fe, el panorama electoral va completando su perfil. Faltan distritos como Córdoba, por ejemplo. Pero las cartas están echadas en su gran mayoría.
Entre los candidatos que seleccioné como un "buen equipo" dejo claro que coloqué aquellos que me motivan, que considero "del palo". Pero de ninguna manera puede quedar restricto a ellos, pues hay muchos otros, excelentes cuadros políticos, que estarán llamados a otra función, como es el caso de Boudou (así lo espero). Y también están los que yo considero "aliados" circunstanciales, como es para mí el caso de Scioli. No es problema de simpatía o antipatía, sino ideología pura. Pero uno debe aprender a reconocer los valores de los que piensan distinto, y nada tengo contra el motonauta devenido en político. Debemos terminar con esa dogmatización y fanatización de que sólo lo nuestro vale. En todo caso, confiar en que, si bien algunos no son confiables, todos nosotros somos producto del "yo" y mis circunstancias.
Lo que sí está claro es que para nosotros, lo que convoca y une es un proyecto colectivo, que es nada más ni nada menos que la construcción de aquella Nueva Argentina, donde el objetivo máximo sea la grandeza de la Nación y la felicidad del pueblo. Parecen palabras bonitas, pero no lo son. Pocos se atrevieron a decirnos explícitamente, como Alsogaray, que "había que pasar el invierno". Pero esa mayoría hipócrita que nos gobernó, siempre nos habló de "la grandeza de la Nación"...y mandó al olvido la segunda parte. Claro...para no ser populistas! Realmente son unos hijos de puta, porque todos ellos, tuvieron un "feliz pasar". Sólo que para ellos. El ejemplo más claro del riojano que debería terminar sus días en la cárcel, si es que hay justicia.
El panorama es positivo, pero no caigamos en el "ya ganó". Uno cree que la mayoría de la gente va a preferir que siga gobernando Cristina antes que una oposición de terror destruya lo poco o mucho que se está haciendo. Pero hay mucha maldad en unos e ingenuidad en otros. Hay permanentes operativos de prensa y no son sólo de la midia monopólica. A todos los niveles, se pasan muchas veces imágenes que no son propiamente las correctas. En estos días, vi un dibujo en un periódico del interior que es relativamente neutral, en la que Moyano como un dragón enorme era enfrentado por Cristina pequeñita, que le cortaba la cola. Una interpretación que cada uno puede tener el derecho a tener, pero que es totalmente errada y distorsionada del discurso de Cristina en J.C.Paz. Dónde la Jefa "marcó la cancha", pero no sólo de Moyano. Sino de todos los sindicalistas, especialmente aquellos que por motivos inconfesables promueven conflictos exagerados. Y quien está informado sabe que en esos momentos, había problemas con los petroleros y los docentes de S.Cruz, había también problemas con unos comandantes de Aerolíneas. Que Cristina no es Moyano, nadie lo duda. Pero la Jefa sabe que sus enemigos no están en la CGT, que siempre será la columna vertebral del peronismo. Al contrario, sabe que con el mandato recibido, tiene que cortarles las alas a "otros", sin importarse con impopularidades. No se trata de odio ni venganza, apenas ejercer el mandato popular, no sujetando el poder político al económico o corporativo.
Por eso, la obra de nuestros militantes. Especialmente con aquellos que piensan distinto, pero de buena fe. Uno lee horrorizado algunos mensajes que aparecen en la red, donde los inmaduros de siempre, aquellos para quienes todo es un Boca-Ríver, opinan sobre nuestros jóvenes. El veneno que largan es la prueba de su carácter. Como son podridos, ellos creen que todos son podridos. Es curioso que yo sin conocer a la mayoría de esos jóvenes, fuera de algunos diálogos en la Red, percibo y siento la diferencia entre lo limpio y lo sucio. Y no me refiero sólo a nuestros pibes K...no...hablo tambien de pibes militantes radicales, o socialistas. Merecen no sólo respeto sino también admiración. RESPETO. Algo que los que somos un poco entrados en años, no solemos practicar mucho, con referencia a los jóvenes. No se trata de "no agredirlos". Eso es poco. Se trata de escucharlos, y de no pensar que por su inexperiencia, no tienen razón. Porque el verdadero sabio busca la verdad de la boca de los niños, o de los ignorantes, o de los jóvenes. Y cuando ve aquellos cultos que "hablan difícil", intenta siempre "traducir" lo que está leyendo. Porque la verdadera riqueza está en la simplicidad y no en los oropeles.
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