segunda-feira, 21 de fevereiro de 2011

¿POR QUÉ NO PARAMOS LA MANO?


Quisiera referirme a un asunto que cada dia que pasa, más aparece em nuestros blogs. Las categorizaciones de “progresistas” y “peronistas”...como si fueran dos cosas diferentes.No me entra en la cabeza. A veces hablamos del Proyecto Nacional y Popular, pero en la práctica actuamos diferente. Y terminamos logrando que el árbol, nos tape el bosque.

El peronismo, que es pueblo puro, nunca fue homogéneo. Pero también nunca fue un flan, aunque algunos de sus dirigentes nos transmitan esa imagen.No hubo ni habrá definiciones intelectualoides típicas de manifiestos revolucionários zurdos, siempre tan estereotipados e inexpresivos. Pero hay sí en la gente clara conciencia de lo que gorilaje y cipayaje significa. Y por definición de los contrarios, llegamos a lo positivo: la afirmación de lo nacional y lo popular. Nada más ni nada menos.

Los que tenemos alguna participación en ese movimiento, por mínima que sea, tenemos la obligación de hacer una autocrítica sobre los hechos que vivimos. Para comprender, para corregir y para superar. Para no volver a cometer los mismos errores. Pero también para reafirmar aquello de lo que estuvimos y estamos convencidos.

Hay un divisor de aguas, pero no es precisamente entre progresistas y peronistas. Ese divisor se da históricamente a partir del 2003, con el resurgimiento del peronismo nucleado en los K, y esa vieja dirigencia peronista, que de tan lavada el alma, ya ni olor a peronistas tienen. Son patéticos, pero no despreciemos el daño que pueden hacer.

Cumpas: es necesario ponerse todas las pilas em defensa del proyecto nacional y popular que no es algo en el aire, es la política que se viene llevando estos últimos años, y que es necesario profundizar. Todos aquellos de estén de acuerdo, deben ser bienvenidos. Paremos con las quintitas particulares, eso no ayuda
.
Los enemigos (y son si, ENEMIGOS) son los otros. Los cipayos, los traidores disidentes y los zurdos desubicados como siempre, sus mejores coadyuvantes, esos sí deben ser objeto de nuestra permanente denuncia.

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