quinta-feira, 17 de novembro de 2011

SOBERANÍA NACIONAL


En el diccionario de la RAE encontramos:

soberanía. 1. f. Cualidad de soberano.
~ nacional. 1. f. La que reside en el pueblo y se ejerce por medio de sus órganos constitucionales representativos.

soberano, na. (Del b. lat. *superānus).
1. adj. Que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente. Apl. a pers., u. t. c. s.

En los regímenes monárquicos, se llama “Soberano” al Rey o Reina que ejerce la autoridad suprema en su territorio.

En los regímenes democráticos, el “Soberano” es el pueblo, que ejerce esa soberanía por medio de sus órganos constitucionales: los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Por lo tanto, la idea de soberanía presupone tres requisitos imprescindibles: lo colectivo, lo territorial, lo independiente. Sin uno de esos tres factores, no hay soberanía. ¿Será que somos conscientes de lo que eso significa? ¿O igual que muchos, reducimos la idea a la imagen simplista de un símbolo patrio, sea bandera o escudo?

Si analizamos, veremos que lo colectivo debe ser institucional, porque se canaliza a través de las instituciones. PERO HOY NO BASTA. Las condiciones de modernidad permiten una comunicación más fluída, una participación más dinámica y un control más efectivo por parte del verdadero SOBERANO que es el Pueblo.

En segundo término, lo territorial habla de algo específico que abarca mucho más que un territorio. Abarca una génesis, una historia, una idiosincrasia, una cultura y un lenguaje determinado. Podríamos llamarlo de “esencia nacional”.

Por último, lo independiente: si es autoridad suprema, quiere decir que no se sujeta a ninguna otra autoridad o presión o lo que mierda sea..externa. A nuestra decisión de ser un país, los colonialistas extranjeros querían formar un paisito sándwich entre nosotros y los orientales, para ellos dominarnos a todos a gusto. De ahí nace la incursión de las escuadras inglesa y francesa, y la lucha de nuestros criollos en defensa de la soberanía de nuestro territorio, por la decisión soberana de nuestro pueblo.

Sólo que hoy las invasiones no se limitan a las militares –que lamentablemente continúan existiendo como en Irak, Afganistán, Libia…y quién sabe Irán- sino que fundamentalmente se dan por presiones diplomáticas, económicas, y financieras…Están ahí Grecia e Italia como ejemplo de NO SOBERANÍA….ya que cuando el griego resolvió llamar a un plesbiscito…la presión del dúo dinámico Merkel-Sarkosy fue tan grande, que tuvo que volver atrás. Y allí están ambos países, gobernados por banqueros, puestos desde fuera.

Nadie va a venir a enseñarnos como debemos gobernarnos. Esta vez, nosotros que la pasamos antes y conseguimos salir del pozo, sabemos lo que hay que hacer. El tipo endeudado, tiene que hacer lo que su acreedor le mande. Pero quien no debe, es dueño de darse la política que cree justa.

Y advirtámoslo: vamos a mejorar nuestra economía DISTRIBUTIVA, estamos en un comienzo. Porque el dinero es medio, pero no fin. Es herramienta de progreso y crecimiento social, y no de dominio de grupos privilegiados sobre masas sudorosas.

Un modesto tornero mecánico que llegó a la Presidencia de este Brasil continental demostró, en la práctica, que en la teoría de la torta, crece cuando se distribuye, y no como en la torta de la tía Manuela, que hay que esperar que crezca para dividirla. Esa es la torta de harina y fermento. Pero cuando los elementos son capital y laburo, el resultado es otro. Si divido un capital y cada uno labura su parte, crecerá mucho más que si concentrado en pocas manos. Y no me vengan con esa "teoría modernosa" de la concentración de capitales, porque la solución no son los grandes monstruos productivos sino la socialización de la tecnología y la cooperativización de la comercialización. Como ejemplo. Y es allí donde el Estado debe cumplir su papel regulador de la actividad económica, porque es el único que garante o debe garantizar al menos, el aspecto social de cualquier plan.

Yo desconozco el nombre de los cipayos que ayudaban en la escuadra anglo-francesa, pero me consta que habían embarcado en Montevideo. Pero los hubo. Pues bien, los hay hoy también, y a esos sí los conozco muy bien, y a algunos los tengo junado desde mi adolescencia. Como a La Nación, por ejemplo. En aquella época en tándem con La Prensa, hoy con Clarinete. Y todos aquellos que el pueblo conoce y sabe quiénes son.

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