A veces, cuesta la lectura política de ciertos hechos de la vida nacional. Hay figuras que son intragables, por lo que representaron, y por lo que esconden debajo del maquillaje con que hoy se presentan. Pero ¡ojo! el árbol no nos puede tapar el bosque. Ni lo accidental debe hacernos perder de vista lo esencial. Y cuando digo paciencia, no estoy pregonando resignación, sino fortaleza para superar los obstáculos, perseverancia en la lucha que mantenemos día a día, cada uno en su rincón.
No tengo la mínima simpatía por este pichón de tránsfuga, creo que es uno de aquellos que debería haber desaparecido en el 2001 y no volver más. Pero concedamos, no es el único de los impresentables que volvió al ruedo. En este caso, maquillado como K. Pero...ese pero bendito que hay que saber sobrellevar.! ..la gente lo votó por amplia mayoría. Y no se puede decir que la fuerza de Cristina haya tenido la culpa, pues los dos candidatos eran K. Entonces hay que aceptarlo, aunque no nos guste. Y saber reconocer que en esa provincia, que representa el 1,5% del electorado nacional, la militancia joven tiene mucho laburo por delante, para poder jubilar a todos estos viejos chotos. Y lo de viejo no lo digo por la edad, lo digo por la mentalidad. Exponentes de la vieja política, aquella que Néstor y Cristina supieron desterrar del panorama nacional, aunque las cosas no sean blanco y negro. Hay zonas de grises, por la condición de los seres humanos.
Leía ahora en el twitter algunas chicanas dirigidas a nosotros, militantes K de pura cepa. Pero con total tranquilidad, vamos a tragarnos este sapo. Por algo somos peronistas, y no del PO o de Proyecto Sur. Hace rato que desistimos de querer encuadrar la realidad con la cuadratura de una concepción dogmática. Pero eso no significa que no tengamos principios y objetivos. Pero la única forma de transformar la realidad es aceptándola, y a partir de esa aceptación, transformarla.
La única forma de combatir a estos políticos "maquillados" es laburar para que surjan cuadros nuevos, y ellos comiencen a llevar la posta. Por señal, pensamiento harto expuesto por nuestra Conductora Cristina.
Ahora bien, aceptar es una cosa. Pero tenemos derecho al pataleo, a lamentar que los cumpas de Río Negro no hayan conseguido alguien menos jodido, o que la población lo haya votado, con un índice expresivo. Ese derecho nadie puede negarnos.
Al final, este 1,5% del padrón nacional no nos pueden hacer olvidar el 98,5% restante. Y no pensemos que el camino a recorrer es fácil. Fácil es de aquí al 23 de octubre, gracias a la oposición de 5a. categoría, especialista en mezquindades y bajezas. Pero a partir del 24 de octubre, hay que prepararse.
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