Ahora resulta que estos periodistas de morondanga como Morales Solá nos quieren enseñar lo que es peronismo. Difícil de creer, absurdo de pensar e imposible de aceptar. Pero que responde a un solo objetivo: crear una cuña entre la base que apoya al Gobierno, aprovechando la heterogeneidad de la misma. Una simple función de “mete púas”, nomás.
Gracias al blog de mi amigo Mancuso, junto con la transcripción del comentario del guacho en cuestión, pude ver el video del General hablando del transvasamiento generacional. Y lo que este infeliz seguramente desconoce es que Cristina debe haberlo escuchado o leído varias veces, y lo entendió tan bien cuanto muchos de nosotros. Pero no sólo lo entendió, sino que desde su función lo está poniendo en práctica.
Aquellos que creen que todos actúan como ellos actuarían, dirán –y ya lo dicen- que se manejan con amiguismo, y quieren demonizar la imagen de la Cámpora, asociándola a la figura de Máximo.
Les cuesta entender que lo que está aconteciendo es aquel famoso transvasamiento generacional del que el General hablara magistralmente. Y si la Cámpora tiene peso, no es por influencia del hijo de la Presi, sino porque tiene gente joven y capaz, que ha asumido con claridad las banderas históricas, y las va a transformar en propuestas concretas para estas generaciones y las que vengan.
Por eso cuesta entender que estos que siempre se rasgaron las vestiduras porque los perucas teníamos dirigentes “impresentables”, poniendo el grito en el cielo por el matonismo sindical y el clientelismo del conurbano, quieran hoy defender a los que siempre criticaron, y lo que es peor, considerar que “esos” son los peronistas.
Mucha hijaputez, realmente. Mucha mala leche. Propia de gente rastrera.
Nadie tiene el peronómetro. Pero para ponernos de acuerdo una vez, que decida la gente, que es quien elige o no los liderazgos. Éstos no se imponen, se eligen. No todos los argentinos la eligieron a Cristina como su líder, obvio. Pero una mayoría silenciosa y marginada, una juventud descreída y desmotivada, una clase obrera que siempre fue la columna vertebral del movimiento, y una clase media que no está contaminada por el odio y el prejuicio, artistas, científicos, técnicos y profesionales que sintieron los efectos de políticas orientadas para lo nacional, todos nosotros la hemos elegido como conductora.
Y el que no quiere aceptar esto, que mire el video del sábado en la quinta de Olivos, que analice los resultados de todas las contiendas electorales provinciales que hubo hasta ahora, dejando de lado encuestas y pronósticos. Simplemente el análisis de los hechos. La única explicación posible es una vieja verdad peronista: la identificación entre la masa y el Líder (y viceversa, el Líder que escucha a la masa) hace que todos los que quieran sacar los pies del plato, se queden quietitos sin lograr desafiar el poder que la masa le dio al Líder. En este caso, a la Líder.
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