quarta-feira, 17 de agosto de 2011

YO CREO EN... ¡¡UN CARAJO!!



No es que sea incrédulo, ni haya terminado anarquista o cosa parecida. Creo que realmente la fe mueve montañas, tener fe es tener esperanza, y la esperanza es imprescindible para ser feliz. Posiblemente con el pasaje del tiempo, uno va madurando su fe, no tan sujeta a fábulas y supersticiones, sino a las realidades profundas que uno va descubriendo a lo largo de su vida.



Pero lo que no me entra en la cabeza y me parece ridículo es esa propaganda electoral que tiene como principal “leitmotif” un apelo a creer en el candidato, que termina siendo publicitariamente ofrecido como un producto en el cual podemos confiar. Porque siempre he desconfiado de todo lo publicitario, tengo la costumbre de tomar todo lo que digan los avisos de propaganda con pinzas, como los que venden imágenes. Porque ponen el lado lindo, pero ocultan el lado feo.



Yo sé que la confianza es fundamental para decidir el voto ciudadano. Lo que está errado es basar una propaganda en ese aspecto. Porque suena a falso. Y porque demuestra una falta de proyecto para ser ofrecido a la ciudadanía.


En San Pedro, un candidato a intendente enumera entre los motivos para creer en él, el crédito para viviendas. Algo que está totalmente fuera de la órbita municipal, a no ser que tenga un absurdo proyecto para fundar un Banco Municipal. ¿Cómo se puede creer a alguien que promete lo que no es de su alzada?



Los proyectos políticos deben de ser colectivos, los liderazgos y la confianza se ganan con gestión y con historia, y marcando el camino que se quiere seguir. Algo que Cristina hace maravillosamente, exponiendo didácticamente las grandes líneas de lo que llamamos proyecto nacional y popular. Algo que, de los candidatos opositores, personalmente se lo reconozco a Binner, porque el resto son un desastre, ya que los planes que tienen no los pueden decir públicamente. Sólo los conocen Magnetto y la Embajada americana.



Con humildad, sin creernos ya vencedores, lo que nos une es un proyecto, un camino, una búsqueda. ¡Un sueño! A no aflojar, tengamos fe en la fuerza de nuestras convicciones. Cosa que a estos chantas opositores les falta por partida doble.






Nenhum comentário:

Postar um comentário