segunda-feira, 7 de março de 2011

ES MEJOR PENSAR DOS VECES

Todos sabemos que este será un año bravo...porque en las elecciones de octubre se juega algo más que un período de gobierno. Se juega un avance o un retroceso de un proyecto de país que está en marcha.

Cristina se está comportando estupendamente, no sólo porque se dedica a gobernar (y eso la gente lo siente, lo palpa) como también en sus casi diarias intervenciones, continúa hablando para la gente común, o para el común de las gentes. Explicando "el modelo". Hábilmente, va dejando todas las pavadas para la oposición, que no deja de hacer barrabasada tras barrabasada. Sin entrar en la peleíta chica, sin caer en la chicana.

Lamentablemente, no es esa la conducta seguida por muchos compañeros, especialmente por aquellos que tienen alguna "prensa". Cristina está bien cuidadosa para no darse un tiro en el pie, pero hay varios que no se preocupan en dar un tiro en el pie de Cristina. Porque la reacción, no va para quien habló, va contra el movimiento, contra todos.

¿Esto quiere decir que hay que callarse la boca? De ninguna forma. Eso significa que hay que pensar dos veces lo que se dice, y especialmente cómo se dice. Para no tornar enemigo al posible aliado, aunque sea momentáneo. Y para no ahuyentar a ese sector que está en el medio, y que es el que va a terminar decidiendo el asunto. Que no está aún decidido. Quien se encandile con la luz de las encuestas, puede llevarse una sorpresa. Porque el resultado de octubre aún está pendiente de cómo se actúe en estos meses.

Los peronchos no comemos chicos crudos, ni los comunistas los comían. Nos adjudican un culto a la personalidad que no tenemos, porque nos movemos en función de ese imaginario que denominamos "pueblo", sean excluídos, clase baja o clase media. Pero hay toda una presión mediática muy grande, para hacer creer todas esas cosas. Hay mucho mambo en la cabeza de nuestros "famosos" mediáticos. Mambo puro, pero al fin y al cabo, insiste en la mentira muchas veces, que al final termina colando. Leyendo hoy la entrevista de Lanata, en no recuerdo qué blog, realmente tienen un mambo absurdo en la cabeza. Dignos de derecho a internación en un psiquiátrico.

Para mí, como tantos otros, la única garantía en este momento es Cristina. Hasta los propios aliados lo reconocen, y uno ve las estructuras pejotistas irse "encolumnando" para no mear fuera del tarro. Santa Fe y Córdoba es un claro ejemplo de ese alineamento atrás de la Presidenta. El caso de Scioli es parecido, y en este momento, actúa en sintonía con la Rosada. Que uno siempre se quede con un pie atrás, es aceptable. Que uno demuestre que aquí lo que importa es el proceso de cambio en la política, orientada hacia la gente y no a espaldas de ella, también estamos de acuerdo.

Pero salir a discutir ahora asuntos que serán para 2015, me parece algo de mal gusto, totalmente fuera de foco por la oportunidad, el momento. Creo que a veces, hay cosas que se dicen pensando en llamar la atención, quedar en evidencia. Sin importar las consecuencias para el conjunto.

Está claro que Scioli, en el 2011, juega al lado de Cristina. No es boludo, y por la razón que sea, ha desechado todos los convites para cruzar el charco. ¿Qué sentido tiene, entonces, que el compañero D`Elia elabore un documento que en su contenido, está perfecto, al menos para mí? Perfecto como definición de eso que llamamos "modelo" o "proyecto". Pero que es un tiro en el pie, sin sentido ninguno. ¿Había necesidad de eso? En este momento, el escrito del compañero es una hermosa pieza de la campaña duhaldista.

No hay que perder el foco. Ni querer ser más papista que el Papa. Por eso es bueno ser prudentes, y pensar dos veces antes de hablar, especialmente aquellos que serán inmediatamente reproducidos por la corporación mediática, caso hayan dicho alguna burrada que patea en contra. Y no sólo lo que se dice, sino también "cómo se dice". No soy contra el debate. No soy contra la diversidad de opiniones. Pero el combate no es con los que están al lado, aunque sea momentáneamente. Es con los que están enfrente, y que no debemos despreciar.
Por último: no entremos en la vorágine de las encuestas. Es lo más mersa que podemos hacer. A Cristina no la vamos a reelegir los militantes, la va a reelegir la gente, esa que puteaba y putea contra los políticos, pero siente que tanto Néstor como ella, están gobernando para la gente, la sienten en su bolsillo, en sus discursos, en un liderazgo que cada vez está más claro, se lo está ganando ella misma sola, como muchos suponíamos desde la primera hora. Si ella lo está haciendo magistralmente, ¿para qué mierda patear en contra?

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