quinta-feira, 15 de dezembro de 2011

LA CORPORACION SINDICAL...



Lo que escuché del discurso de Moyano me lo pintó clarito: están actuando con una mentalidad corporativa, defendiendo la quintita, “su quintita”. Inclusive luego, en el blog de Mancu leí los motivos por los cuales ayer los diputados cegetistas no votaron el dictamen del Estatuto del Peón. Fue en solidaridad con el Momo Venegas, que se opone a que sea el Estado el que controle el asunto, para no perder “su boquita” de qué sé yo que sigla de mierda. Claro, porque los sindicatos no quieren que el Estado los controle.

Así como Clarín y La Nación argumentan que el control del papel les quita la libertad de prensa, y la Sociedad Rural patalea por el control de las exportaciones, y etc. etc. Si eso no es corporativismo, ¿qué mierda es?

Los que defendemos el Proyecto Nacional y Popular sabemos muy bien que. aún aquellos sindicatos que luchan por sus afilados (y eso hay que reconocerlo a Moyano y su troupe), ellos no mueven un dedo por toda aquella masa de laburantes que están en negro, fuera del sistema. Y es el Estado el que debe cuidar para que ese porcentaje continúe cayendo hasta desaparecer. Entonces, que se limiten a defender sus derechos, sin querer imponer a otros, o considerándose por encima de las instituciones que hacen a la vida republicana. Porque eso, es ser corporativo. Pretender que su sector sea dueño absoluto, y no tenga que responder ante nadie. Si la Justicia los busca, se defienden corporativamente. Si el poder político no se inclina hacia sus voluntades, se sienten ninguneados.

Cristina dijo que no iba a gobernar para las corporaciones. Estaba refiriéndose a aquellas financieras, mediáticas,etc. Se podría agregar ahora: inclusive las corporaciones sindicales.

Ya es hora de todos reclamar el reconocimiento de la CTA de Yasky, y de que los dirigentes sindicales se coloquen en su lugar. Una gran decepción con Julio Piumato, que parecía piola. Pero no son confiables.Ni auténticos.

Y a los compañeros que razones de formación o de historia personal, les cueste comprender esta etapa, los que tenemos algo de historia vivída dentro del peronismo, y recordamos a los Vandor, los Rucci, los Lorenzo Miguel, sabemos que muy poco se puede esperar de la burocracia sindical. Hasta que un día los obreros se cansen y comiencen a elegir delegados que limpien los sindicatos de tanto tránsfuga que tiene como objetivo su fortuna personal antes que los intereses de sus afiliados.

Más que nunca, ¡Fuerza, Cristina! No bajemos los principios ni las banderas de Perón, Evita y Néstor.

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