Más de una vez tuve envidia de los brasileros respecto a ese sentido de orgullo que los envuelve, y que se manifiesta en forma acentuada durante las Copas pero que va más allá de las mismas. Y muchas veces, por qué no reconocerlo, tuve vergüenza de ser argentino. Desde aquella maldita guera de Malvinas, cuyo grado de alienación podíamos juzgar quienes estábamos en el exterior, y veíamos los documentales en la TV que mostraban cómo los británicos se preparaban en el Mar del Norte, para que finalmente aconteciera lo que aconteció.
Bueno, hoy sentí orgullo de ser argentino, carajo! Porque el carácter de las personas (y de los pueblos) se percibe en los malos momentos. Es cuando se aprenden las mejores lecciones, aquellos que las aprenden. Hoy alguien escribió en un blog: "Hemos crecido como pueblo". ¡Qué grande verdad! El dolor, los contratiempos, las dificultades nos hacen madurar. Es lindo celebrar una victoria, pero transformar una derrota en victoria, es mucho más lindo aún.
Y es eso que les ha sucedido a una gran parte de los argentinos en este episodio. Primero, porque han conseguido una vez más, percibir el accionar de aquellos que, enceguecidos por su odio, preferían una Argentina derrotada, para gozar con la caída de Maradona, y otras cositas más que imaginan en sus mentes enfermizas.
Y en segundo lugar, porque han sabido dar un salto superador. Hay valores que son superiores a un resultado adverso, por muy duro que sea. Maradona y sus muchachos demostraron eso durante toda la campaña, y no será algo pasajero que perjudicará lo permanente. Es genial ver cómo la gente común asi lo interpreta , y como otro compañero pusiera en su blog, la sabiduría los llevó a Ezeiza.
Para terminar, transcribo un párrafo que estaba esta noche en el UOL brasilero. No lo voy a traducir, creo que da para entender:
Mais de 10 mil recebem Argentina em Buenos Aires; Aguero pede perdão
A seleção da Argentina voltou para casa. Chegou neste domingo, vindo da África do Sul, o avião que transportou Maradona, seus jogadores e o sonho do tricampeonato devastados pela goleada imposta pela Alemanha, no último sábado, por 4 a 0.
Quem esperava qualquer tipo de animosidade por parte do povo, enganou-se. De acordo com o diário Olé, mais de 10 mil torcedores receberam com faixas e cartazes de apoio o time de Maradona. O treinador, inclusive, pegou o microfone para saudar os torcedores.
Así nos ven.
Los muchachos de Diego volvieron derrotados pero con la cabeza erguida. Todo un ejemplo de dignidad, esa que les falta a los infelices comentaristas y cronistas deportivos que los critican. Pero no les faltó a aquellos que, con la sabiduría del pueblo, los fueron a recibir con todo cariño.
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