Màs una vez, la Presidenta de los argentinos les está dando un baño de responsabilidad a esa manga de desequilibrados, a los que no les interesa que el circo pegue fuego. Son tan irresponsables que no perciben que los que van a salir más quemados son ellos mismos.
No le tembló la mano a Cristina para cumplir su papel constitucional. Ni demoró para ejercer su derecho, en defensa de la gobernabilidad. Fundamental en el momento económico que vive la Argentina.
Cuando hay principios, convicciones, no se ejerce la función pública con razones de conveniencia. Sólo los políticos al viejo estilo, que se manejan sólo por la imagen, y acomodan los principios al vaivén de las encuestas, se preocupan por popularidad o impopularidad de sus medidas.
Este Gobierno no ejecutó las políticas de redistribución por populismo. Ese es el sanbenito que esa oposición frígida le carga. Pero no es así. Lo hace por convicción de que su función es esa: restituirle al pueblo los derechos que otros le quitaron. Pero mal favor le harían al pueblo si permitiesen que el equilibrio económico se fuese a la mierda, porque ahí los que más sufrirán serán los más pobres. Los ricos, tienen grasa acumulada, que no es precisamente grasa sino morlacos.
Yo estoy seguro que los jubilados, que saben cómo este Gobierno los ha defendido y los ha incluído, van a saber entender el veto de Cristina. Haciendo memoria, el pueblo intuye que aquellos que cuando estuvieron en el poder les recortaron 13% de su jubilación, no son generosos ahora pensando en ellos, sino para embarrar la cancha. Y con cancha embarrada, los primeros y mayores perjudicados son justamente los jubilados.
Sea como sea, Cristina hizo lo que muchos esperábamos. Demostró firmeza y pulso firme, y que sabe muy bien cuál es su misión constitucional, aquella para la cual la primera minoría la votó.
Estoy seguro que los hechos de 2001/2003 no han sido en vano. Y no hay duda de que fueron una bisagra entre los viejos políticos que gobernaban para los amigos y quienes gobiernan para el pueblo.
Quien vivir, verá.
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