No he abierto aún los diarios argentinos. Es algo que me permito cuando mi sanidad mental lo aconseja. Igual, por el noticiero brasilero de esta mañana en la TV, tengo una imagen de lo que está sucediendo.
En primer lugar, mi revuelta e indignación por ese crimen aberrante de un chico militante, a mano de los eternos matones sindicales. Es algo que se arrastra en la Argentina desde hace muchísimos años, y lo único que podemos desear es que de una vez por todas, no haya impunidad. Que el Estado consiga llegar a los culpables materiales y a los instigadores, para que la Justicia les dé el castigo que merecen. Y esto no lo pienso por desear que el Gobierno se libre de este muerto que le quieren tirar. Sino simplemente porque el matonismo es un mal de la vieja Argentina, de una práctica sindical aberrante que se gestó en los tiempos de la Libertadura, del vandorismo para ser más precisos.
Pero además del repudio al hecho en sí, es para repudiar a los trogloditas esos que se montan encima de una víctima, para explotarla publicitariamente. Eso es politiquería del más bajo nível.
No voy a poner las manos en el fuego por nadie. Pero simplmente uno sabe que esos matones no estaban en el estadio de River. Los “amigos” de Pedraza no son Moyano o Piumato...son Barrionuevo, Venegas, etc...¿Hace falta decir algo más? No me interesa saber si Duhalde habló o no, y cuándo habló. No soy tan idiota de pensar que fue él que encomendó ese crimen, aliás porque pienso que nadie lo encomendó específicamente. Apenas crearon las condiciones para que ello aconteciera, o no se preocuparon con las consecuencias.
Pero uno tiene la obligación de cuestionarse. Y cuando ocurren estos misterios, la pregunta más razonable es: ¿a quién le conviene esta situación? ¿Quién puede estar interesado en tirarle al Gobierno y a la CGT este muerto? ¿De cuáles mafias y matones estamos hablando?
Cada vez más claro que hay una Argentina nueva, que quiere despuntar. Y una vieja Argentina que no quiere irse. Quiere volver. Los viejos políticos de siempre, los factores de poder atrás del trono, las grandes corporaciones, mediáticas o no. Los corruptos enquistados en sus cargos por cualquier cosa menos por un ideal.
Los que estamos convencidos de nuestras ideas, no precisamos acudir a la violencia porque sabemos que tarde o temprano, la verdad siempre triunfa. Puede demorar, pero siempre la justicia aparece. A veces, podemos exagerar en nuestro lenguaje, por entusiasmo o por indignación. Uno no tiene sangre de pato, y hay muchas cosas que indignan. La foto de ayer de los “progre” almorzando con la Mirta...tratando de la muerte de este pibe militante, es de revolver el estómago. Los que apretaron el gatillo son una manga de fascinerosos. Pero estos oportunistas de morondanga también lo son. Claro, fascinerosos de guante blanco. Pero fascinerosos al fin. Porque les falta algo que Mariano Ferreyra tenía de sobra; DIGNIDAD. GENEROSIDAD. IDEALISMO.
No importa en qué signo militaba. Era un militante del pueblo, que desde los 13 años estaba en su puesto de combatiente, cuando otros andan en otras cosas nada recomendables. Se suma a la lista de nuestros mártires, y por favor, no tiren mierda encima de su tumba. No usen su sangre, como no sea para exigir justicia y que sirva para que estas aberraciones se acaben.
Me atrevo a decirte lo que se escuchó de parte de la patota ferroviaria cuando cayó Mariano Ferreyra herido de muerte:
ResponderExcluir"Un zurdito menos".
Por eso creo que es fundamental que se consiga identificar y castigar a los culpables con toda la fuerza de la ley...todas esas patotas deben ser cosa del pasado. Y el que cayó, zurdo o no, era un compañero militante, y el repudio de todos los blogueros K es sincero. Si esto no queda impune, es posible que la Argentina cambie para el futuro. Esas son las horas en que tenemos que darnos cuenta quiénes somos los que pateamos para el mismo lado, y quiénes los que están en la vereda de enfrente.
ResponderExcluir