LABURO PARA LA MILITANCIA

Ese 71% no es delirium tremens de bloguero. Con los casi 54% que sacó Cristina este humilde servidor vibró junto a todos los compañeros, participando desde lejos del fervor de aquella plaza que hervía de juventud, de banderas y de cánticos.

Sin caer en análisis simplistas, porque la realidad no es simple sino compleja, quede claro que no representa un número exacto. Pero aproximadamente, sumando los votos del FPV y del FAP, la Argentina que puede aportar para profundizar el modelo. Yo sé que es difícil, pero tenemos que pensar en positivo, como decía Cristina anoche. Por señal, algunas de las conquistas del gobierno K se lograron en el Parlamento con el aporte de esos sectores “progres.”

Está ahí la Ley de Tierras, la efectiva puesta en marcha de la Ley de Medios para encarar como primeros objetivos.

Pero esta profundización no debe ser pensada como mera negociación entre lideranzas sean parlamentarias o políticas. Eso será problema de los compañeros legisladores que para eso fueron elegidos. Eso debe plantearse como diálogo entre militantes, discusión o foros, donde podamos discutir, ceder y llegar a un consenso. Porque si eso se da entre la militancia, con certeza avanzaremos y mucho en aquella organización popular que también mencionara Cristina anoche en la Plaza de Mayo.

Yo creo que hay una parte de la oposición con la que es posible entenderse, aunque no sea fácil. Y hay otra parte, la cavernícola y gorila a ultranza que es mejor ignorar, para no gastar pólvora en chimangos.

El otro desafio a nivel de militancia será el trabajo territorial y también el sectorial: fábricas, clubes de barrio, comisiones de fomento, Ongs, etc. Pero con una característica bien nítida: hacer que la gente se organice para participar, peticionar, reclamar y controlar. No es bajada de línea, por favor. Pero si impulsamos la participación de las bases, muchos dirigentes que no son confiables, automáticamente van a hacer buena letra.

Cristina es conciente que la etapa que se inicia es decisiva para que este proceso no termine en una nueva frustración, como ya lo fuera otras veces. Está en nosotros entender esto también, y acompañarla.

¡Vamos por más!