Un argentino y un ecuatoriano. Un filósofo y político que brinda su fantástica visión del proceso político argentino que él acompaña desde Londres, donde vive desde hace 30 años. Un economista ecuatoriano que fue ministro de Correa y está cuidando ahora la formación del Banco del Sur. En la edición de Página 12 de este domingo, el primero hace un análisis brillante de este momento argentino, algo que Mariano Grondona jamás tendría condiciones de hacer, por ejemplo. Con lo único que no coincido es con la re-reelección de Cristina. Pero igual no la expone como condicionante alguno. Su artículo termina diciendo que el Movimiento tiene varios cuadros políticos que en su momento, podrán ocupar ese lugar. Lo que sin duda alguna, Cristina va a mantener hasta el fin de sus días es el liderazgo del Movimiento, pues eso no se improvisa e independe de la tarea de Gobierno.
Pero rescato la idea de la “izquierda real” para definir al kirchnerismo, en contraposición a la izquierda elitista que termina en una masturbación intelectual, incapaz de generar algo interesante en la gente. Sus “ideas revolucionarias” predominan sobre la realidad, que en general ellos suelen despreciar, por no ser justamente como ellos pretenden.
Para completar el análisis, su concepto de oposición real, que postula como de existencia necesaria, de esa oposición de morondanga que hemos visto en estos dos años, con figuritas repetidas que no sirven ni siquiera para limpiarse el que te dije. Se cosecha lo que se siembra, y sin duda alguna, el próximo 23 serán varios políticos los que se vayan al descenso.
La otra figura, es Páez, pero no Fito sino Pedro. Joven, economista brazo derecho de Correa, el hombre está en la posta sobre la crisis financiera internacional. Los argentinos sabemos muy bien lo que era el poder político subordinado al poder económico-financiero. Lo sabemos bien porque lo vivimos con Néstor en el 2003, y vimos las maravillas que se podían hacer con sólo recuperar el poder político para quien fue elegido por el pueblo para ese fin.
Pero hoy Pedro Páez nos dice que eso continúa ocurriendo a nivel mundial, tanto en los States como en la Europa, donde los gobernantes se someten a lo que le mandan los que están atrás de las bambalinas. Algo que en nuestros países de América, ya no ocurre, gracias a Dios. De la fuerza con que actuemos unidos, va a depender lo poco o mucho que la crisis internacional pueda alcanzarnos. Si es un maremoto, o son simples oleadas, como decía Lula. Hay maneras de compensar los mercados que se cierren, abriendo otros, y también con el mercado interno. Urge la moneda única como forma de gambetear al dólar o al euro.
Buena semana. Faltan tres para dar el Cristinazo.
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