Ayer, Lula pasó el día en casa, acompañado de sus hijos y nietos. En la foto se lo ve a través de la ventana, con el nieto Pedro en brazos.Kowalski, especialista en cirugía de cabeza y cuello y profesor de la USP, examinó a Lula el viernes y el sábado. Según el médico, el ex-presidente sufrió un choque al recibir el diagnóstico, pero después mostró "coraje".
"Fue el cigarrillo, no fue doctor?", indagó Lula, de acuerdo con el médico.
Delante de la respuesta positiva, el ex-presidente dijo: "Entonces vamos a hacer lo que tiene que ser hecho", contó Kowalski.
Al momento de dejar el hospital, el sábado, Lula llegó a jugar: "Puedo comer un asadito mañana?".
Según el médico, el ex-presidente contó que la semana pasada había dicho a la presidenta Dilma, en tono de broma, que estaba ronco y que tenía un cáncer.
" Lula acertó el diagnóstico. Merece un CRM [registro para actuar en área médica]", afirmó Kowalski.
Como los carteles que aparecieron ayer en el estadio donde jugó el Corintians, le decimos al compañero Presidente: “¡¡Fuerza, Lula!!”
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