
Los curas de los pobres de hoy día, acaban de dar un documento sobre la realidad nacional que he tenido el cuidado de analizar, y hasta me he permitido catalogarlo, juro que sin querer agregar ni quitar a lo que mis antiguos compañeros de caminata han querido decir, valientemente.
Ellos distribuyeron críticas y elogios, tanto para la oposición como para el gobierno. He aquí el resumen:
PARA LA OPOSICIÓN



PARA EL GOBIERNO


la Asignación Universal por Hijo, como un elemento fundamental de justicia y dignidad;

la investigación parlamentaria de la Deuda Externa
y la propuesta de las Abuelas de Plaza de Mayo para el Nobel de la Paz.
Por último para consumo interno (de la Iglesia):
Manifiestan su disconformidad con el modo de actuar de sectores de la Iglesia ante la reforma del Código Civil, en clara alusión a la resolución que habilitó el matrimonio para personas del mismo sexo.


El 14 de agosto de 1965 (hace exactamente 45 años, ¡la puta madre!) yo recibía mi ordenación sacerdotal en la ciudad de Salto. Lo recuerdo con orgullo y alegría, porque fue el comienzo de mi caminata. El Evangelio me llevó a los pobres, y los pobres me llevaron hasta Evita y Perón. Que es lo mismo que decir, a la lucha por la justicia social, y por la dignidad de todo ser humano, pero de una manera preferencial, por los marginados y excluídos.
Cuando aquellos colegas del Tercer Mundo se sacaban esa foto con Perón, yo era un simple militante de JP que timbreaba Palermo, para conseguir el triunfo del Frejuli, con el tío Cámpora a la cabeza. Y ahora que los "curas de los pobres" sacan su magnífico documento, soy un simple jubilado brasilero, que se da el lujo de perder 2 ó 3 horas por día en este blog, queriendo escribir para ayudar a pensar, a posicionarse, a identificarse. Pero feliz del ser humano que fui forjando en estos 45 años, porque no me aparté de aquello que me propuse aquella tarde en la Iglesia parroquial de Salto: vivir pensando en los otros más que en mí mismo. ¡Vale la pena!
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