¡¡LOS MUCHACHOS ESTÁN NERVIOSOS!!!

Pasé el dia entero laburando en la compu, sin entrar en internet. Me pasa siempre cuando estoy en época de “cierre” de algún material. Y en este caso, al tratarse de libros didácticos, mucho más. Porque una vez editado, ese material servirá durante algunos años para que varios chicos brasileros aprendan (o no) algo de nuestra lengua española y un poco de América Latina.

Pero en fin, vamos a lo que interesa. Son la 1.40 de la madrugada. Y dejo anotado el horario para esos mierdas que nos leen y que piensan que somos una manga de desocupados. Entré en nuestros blogs, como nadie es de hierro, para chusmear un poquito, y fui pasando rápidamente los posteos de los compañeros, los comentarios de las reacciones, y pensé: “la puta, los muchachos están nerviosos....” el tarambana de Macri queriendo tirar a Kirchner por la ventanilla del tren, la Margarita (deshojada o no?) piensa que está en un régimen parlamentario, para votar mociones de censura o remoción de funcionarios del Poder Ejecutivo. El idiota de Caparroz diciendo que el peronismo no existe. ¿Será que no sabe hacer una mediana lectura de lo que pasa en la Argentina del bicentenario? ¡Qué pobreza mental, hermano!

¿Y las críticas a los blogueros? Marcela lo deschavó genialmente a aquel nabo de La Nación que no me acuerdo cómo se llama, y Fernando también le retrucó de una forma impagable. Somos David contra Goliat. Pero somos muchos Davids, y además, la inteligencia puede más que la fuerza. Y yo les agrego a estos papanatas: el amor puede más que el odio. Y si Uds. piensan que a nosotros nos mueve el odio, no entienden nada. Nosotros ODIAMOS, sí. la injusticia, la traición, la hijaputez. ODIAMOS la ignorancia, la discriminación, la soberbia. ODIAMOS la rosca, la falsedad, la manipulación. Y por último, ODIAMOS CUALQUIER FORMA DE GORILAJE. Y odiamos todas esas cosas porque amamos la libertad, la justicia y la dignidad. Aprendimos con Eva a indignarnos por las injusticias de los poderosos, y aprendimos con los que nada tienen a ser solidarios y saber compartir lo poco que se tenga. Y nos hace rebien sentirnos pueblo, y estar de este lado del alambrado.

Pueden quedar nerviosos, indignados, rabiosos. Nosotros vamos a seguir calmamente, pero muy convencidos de lo que estamos haciendo: abrir los ojos, y ayudar a que otros los abran. Pensar el país, y ayudar a que otros lo piensen. Interpretar lo que sucede, y ayudar a que otros lo interpreten correctamente.

No es casual que periodistas que en los 90 “parecían” brillantes o razonables, hayan terminado por mostrar la hilacha. Lanata, Majul, Caparroz, etc. Brillaban por la mediocridad de la sociedad de los 90, una sociedad idiotizada colectivamente, con o sin voto licuadora. Con o sin espejismo del uno x uno. Una juventud apática (la de entonces), y todos felices en la pachanga.

Pero hete aquí que la cosa explotó como tenía que explotar. Y vino el sinceramiento y la cruda realidad. En cuanto salieron del pozo, todo bien. Pero una vez que respiraron, volvieron cada uno a su corral. Y cuando se quiso profundizar el proceso, la gran bisagra de la 125, el recrudecimiento del gorilaje encampado por una parte de la clase media, y la midia masiva asquerosamente persistente en crear climas, y situaciones, crearon un cuadro apocalíptico.

Y bueno, desde ese fondo del pozo, estamos resurgiendo, para salvar todo lo que se avanzó. Y para no volver atrás.

EL PUEBLO, SIEMPRE TERMINA VENCIENDO. Y yo termino porque ya son las 2.30 de la mañana. A ver si A.F. me hace el favor de marcar mi tarjeta, para después cobrar las horas extras. Ah. antes me voy a tomar un cha de camomila...perdón, té de manzanilla, que es bueno seguir las recomendaciones.